PREGUNTAS FRECUENTES FILTRO DE PARTÍCULAS DIÉSEL

El filtro de partículas es un elemento de filtrado que está compuesto por multitud de canales rectangulares, en cierto modo similares a las que podríamos encontrar en un panal de abejas. Este filtro cerámico está repleto de canales paralelos, en los que se acumula el hollín de la combustión.

El filtro está situado en el tubo de escape del vehículo, aunque en algunos vehículos modernos está ya integrado en el propio colector de escape.

El filtro está diseñado para eliminar las partículas de hollín de los gases de escape del motor diésel. Este hollín es quemado progresivamente para mantener el performance del vehículo, y así evitar la saturación del filtro DPF.

Cuando el filtro está saturado de esas partículas, procede a incinerarlas a alta temperatura siempre que los gases de escape alcancen una temperatura lo suficientemente elevada - es decir, de entre 350 y 450 grados Celsius, reduciendo el nivel de emisiones contaminantes que luego elimina a través de un proceso que se denomina regeneración ya sea activa, pasiva o forzada para dejar sólo un residuo de ceniza y listo para seguir cumpliendo con su función de atrapar la contaminación del motor.

Debido a los últimos cambios en las regulaciones de emisiones de gases. Al entrar en vigencia las normas Euro V, los filtros de partículas en los tubos de escape de automóviles diésel son ahora tan comunes como los convertidores catalíticos de los automóviles de gasolina.

El filtro de partículas o DPF es una tecnología exclusiva de los vehículos que utilizan motores diésel, por lo que no existe ningún modelo de gasolina que lo incorpore a su sistema.

No siempre ha sido obligatorio, por lo que son muchos los vehículos que siguen circulando sin tener incorporado un filtro de partículas de este tipo. El uso de este sistema derivó en obligatorio a partir de enero de 2010 con la entrada en vigor de la normativa Euro 5.

Cuando el filtro comienza a saturarse el sistema electrónico de gestión comienza a intentar alcanzar altas temperaturas para poder realizar la regeneración, notando una pérdida de potencia en algunos casos. También se puede percibir que una vez parado, los ventiladores giran a alta velocidad para poder recalentar los gases de escape para la regeneración.

Hay 3 métodos de regeneración en el sistema del filtro DPF:

Regeneración Pasiva, Activa y Forzada.

Esta ocurre electrónicamente la cual se genera en forma automática, esto sucede en autopistas o carreteras en el cual la temperatura del gas alcanza un nivel alto y sin que el conductor se percate.

En general se produce en vehículos que conducen dentro de la ciudad o en bajas revoluciones donde el proceso de regeneración no logra ser completo. La unidad de control del motor puede detectar el nivel de saturación del filtro. Si la saturación de hollín ha alcanzado un límite específico, la gestión del motor pone en vigor un ciclo de regeneración activa, en el cual aplica varias medidas logrando que el hollín depositado se oxida, transformándose en dióxido de carbono. Tras esta regeneración, el filtro de partículas vuelve a quedar dispuesto para el funcionamiento y puede volver a retener el hollín de los gases de escape.

Esto se deberá hacer cuando se canceló una regeneración anterior o se inició una regeneración automática, pero se interrumpió. Para forzar la regeneración primero se realiza un scanner para conocer el estado del vehículo que luego tendrá que circular por encima de las 2.500 rpm -entre 2.500 y 3.000 rpm- durante unos 20/30 minutos por autopista. Solo de esta forma se podrá conseguir una temperatura elevada en torno a los 900ºC, y así se produzca una incineración del hollín acumulado en el escape del motor.

Depende del tipo de regeneración y del vehículo. Se puede eliminar hasta el 85% del hollín y en algunas situaciones de conducción casi el 100%.

Cada tipo de vehículo y la combinación del motor pueden tener diferentes razones, las cuales pueden ser:

• La cantidad de partículas generadas por el motor
• La calidad del combustible
• La calidad del aceite
• El estilo de conducción.
• La ubicación de la DPF en el sistema de escape puede contribuir a que el filtro bloquea o no se regenere totalmente.
• Conducir dentro de la ciudad o en bajas revoluciones donde el proceso de regeneración no logra ser completo.
• Una luz de advertencia o un mensaje que indica que el DPF está saturado y continuar conduciendo de la misma forma.

Existen varias formas complementarias para tener en consideración a la hora de evitar el bloqueo del filtro DPF.

1. Usar lubricante adecuado con tecnología diésel: Si no se utiliza el aceite correcto, especificado para su motor puede aumentar considerablemente la acumulación de hollín en el DPF.
2. Conducir trayectos cortos: Se puede experimentar una acumulación más rápida de hollín en el sistema DPF, ya que el proceso de regeneración no puede ser terminado en un ciclo corto de conducción en la ciudad o alrededor de ella.
3. Temperatura: La regeneración del sistema DPF, depende de la temperatura para llevar a cabo el proceso, en torno a 600 ºC, por lo que una gran cantidad de viajes cortos, conducción a baja velocidad, no proporcionará al sistema de escape una temperatura suficientemente alta como para iniciar o completar una regeneración del sistema DPF.
4. Vehículos con alto kilometraje: Los vehículos con sistemas DPF con mucho kilometraje, comenzará será más difícil la regeneración del sistema DPF. Al igual que cualquier parte del vehículo, que se desgasta o cumple su vida útil y que ya no se puede reparar.
5. Otros: Cambios en las centralitas, reprogramaciones constantes.

Su finalidad es la misma pero trabajan de distinta forma. En cuanto al convertidor catalítico es para motores a gasolina y el filtro de partículas DPF para motores diésel.

El convertidor catalítico produce modificaciones químicas en los gases de escape de los automóviles antes de liberarlos a la atmósfera, con el fin de reducir la proporción de algunos gases nocivos que se forman en el proceso de combustión.

El filtro DPF ubicado en el tubo de escape en cambio, se encarga de retener todas las partículas sólidas (hollín) generadas por los motores diésel. Y una vez que el filtro está lleno de esas partículas, él mismo se encarga de incinerarlas por un proceso de regeneración, reduciendo así el nivel de emisiones contaminantes.

Existen dos tipos de filtros de partículas, sin aditivo y con aditivo.

Suelen estar localizados muy cerca del motor, normalmente junto al colector de escape y junto al turbo. Su corto recorrido entre el motor y el filtro hace que el filtro de partículas obtenga la temperatura de los gases de escape y facilite la combustión de las partículas. Este tipo de filtros son los más empleados por los fabricantes y su vida útil, en teoría es la misma del auto.

Este tipo de filtro se encuentra alejado del motor, debido a que la temperatura que va a generar la combustión de las partículas se consigue añadiendo un aditivo. Este tipo de filtros es utilizado por marcas como Citroën o Peugeot. El inconveniente que se presenta con este tipo de filtros es que el depósito que contiene el aditivo debe llenarse cada 100.000 kilómetros en promedio y esta operación se debe efectuar preferiblemente en un taller. La vida útil es limitada y está entre los 120.000 y 150.000 kilómetros.

Los síntomas más comunes que se presentan son:

• Luz testigo Filtro de Partículas DPF o “check engine” encendido.
• Regeneración de Filtro DPF a altas RPM no reacciona.
• Perdida de la potencia del motor.
• Alta Opacidad (Humo visible).
• Posible aumento del nivel de aceite del motor.

El conducir por un tiempo prolongado con el filtro DPF tapado lo más probable es que quede con algunos daños externos al Filtro DPF/FAP, el cuál se manifiesta con el exceso de humo que escapa al estar en marcha el vehículo.

• Filtro de aire en mal estado
• Acumulación de hollín en la línea de admisión
• Problema de efecto en la EGR (Válvula de recirculación de gases)
• Problemas de inyectores del vehículo
• Falla total del sistema DPF, el filtro de partículas deja de funcionar completamente

A través de una limpieza exhaustiva por medio de ultrasonidos o agentes químicos. El proceso de limpieza se comienza extrayendo el filtro y se realiza con limpiadores específicos que ayudan a eliminar los restos de hollín, se vuelve a colocar y mediante software de diagnóstico se realiza los ajustes y calibraciones necesarias para que el sistema anti-contaminación funcione correctamente. Pero lamentablemente el filtro tiene una vida útil por lo que volverá a fallar.

Si. En Procar se realiza la desactivación, vaciado y limpieza del Filtro de Partículas DPF y a través de un simple scanner se elimina completamente el error del vehículo. Con esto volverá a estar en óptimas condiciones sin el riesgo de volver a tener problemas en su sistema.

Realizar el servicio en Procar, obtendrá beneficios para usted y su vehículo como:

• No tendrá que realizar regeneraciones automáticas manejando kilómetros extras de carretera para limpiar el DPF.
• El consumo de combustible disminuirá y su vehículo conservará su potencia y economía original.
• No tendrá que volver a llevar su vehículo a revisión al taller por problemas con su DPF.
• En caso de falla del DPF y deje de funcionar tendrá que sustituirlo por uno nuevo con un costo muy elevado y una importante pérdida de tiempo y dinero.

La línea de admisión o el tubo de escape al quedar expuesto a todo tipo de suciedad por la acumulación del hollín provocado por la falla del filtro DPF ocasiona la salida del humo. Además diariamente su auto retiene el carboncillo, óxido y otros desechos. Estos pueden afectar en el sonido y en ocasiones en el consumo excesivo de combustible.

Si. La limpieza de ésta pieza es importante para que todos los desechos provocados por el mal funcionamiento del filtro DPF sean expulsadas sin ningún inconveniente. Además las partes interiores de su vehículo podrían tener problemas de funcionamiento y el tubo de escape no cumpliría con su función a futuro.

Si. Puede llevarlo a un servicio mecánico para realizar ésta labor o puede hacerlo usted mismo, pero con precaución y en condiciones adecuadas. Primero por su integridad y luego con la parte del automóvil, ya que es una pieza esencial y delicada del vehículo.

No. En Chile no es obligatorio el DPF a nivel de revisión técnica. Exceptuando que haya opacidad en la aceleración libre del vehículo.